<< Viene de aquí. Siempre conseguirás más... Parte 2
Si hoy te ves entrenar duro y darte una buena paliza varias veces por semana en tu disciplina deportiva preferida, tal vez pienses… ¡Ohh… Esto aún no va conmigo!
No desestimes esta información pues esa mecha no arderá para siempre, tan solo observa a quienes ya han pasado por donde tú estás y hoy van más adelantados en edad.
Si eres una persona que ya has vivido algo y sientes que tu mecha se ha agotado, pero al mismo tiempo echas de menos tus días de práctica deportiva. Sepa usted que aún tiene Mecha para vivir saboreando una conveniente actividad física por muchos años. Y esta Mecha que estás apunto de recordar, no se Agota Jamás.
Por el 2005 tuve una enamorada muy divertida a quien de cuando en cuando pinchaba con la idea de hacer ejercicios. Y entre risas siempre respondió rotundamente… - Eso de hacer ejercicios no va conmigo.
Si como ella, eres de los que no hacen nada de ejercicios. ¿Va contigo lo de sentirte bien en tu cuerpo?
Cada mañana de lunes a sábado le echo una mano a mi hija en esa Frutería que lleva. Justo al lado trabaja una chica pasado los 40, en una tienda de ropa para jovencitas y maduras, que pertenece a su hermana.
Recuerdo por esta misma fecha, marzo del 2020 y hacia atrás, verla caminando por la acera destino a la tienda con un marcado desgano, como quien arrastra un pesado bulto sobre sus hombros,
Frecuentemente muy desmotivada, hasta tuvo un período en que el pelo que se le estaba cayendo y algunos claros asomaban en su cabeza. Las ventas frecuentemente eran pobres, lo cual añadía le pesar, ya que se trata de un negocio familiar.
Por otro lado siempre bien arregladita para trabajar como quien va para una fiesta. Eso me daba pie para meterme con ella y reírme con sus ingeniosas, originales y sobre todo rápidas respuestas.
Deduje que una mujer alegre vivía debajo de aquella desazón y como sabía que le gustaban los chupitos, a poco que levantaran la cuarentena del Covid, me presenté en su tienda con una botella de Volka - Caramelo y esta propuesta:
“Cada vez que tengas un éxito, vamos a celebrarlo con un chupito”
Las siguientes semanas brindamos por las ventas del día, por la felicidad, por el éxito, por lo sexy que venía, por cada trabajo de decoración (que es su pasión) que le encargaron, por cada nueva idea para decorar que le vino a la mente, brindamos por un par de veces que empezó a hacer ejercicios y salir a caminar.
E incluso ese día o semana en que todo estaba tan tieso que no entró ningún cliente y todo pintaba bien negro, ASUMMOS que esas ventas estaban en camino. ASUMMOS que el éxito solo traía algo de retraso. Y brindamos por todo ello.
Doce meses más tarde y casi dos botellas de Volka Caramelo, todo se ha iluminado a su alrededor. Se ve más feliz, más ingeniosas, la tienda hace muy buenas ventas, ha reanimado proyectos que tenía aparcados, se apuntó a un curso para decorar con globos, lleva seis semanas consecutivas caminando de lunes a sábado, una hora cada mañana antes de ir a trabajar. Cuando antes no hacía nada de ejercicios.
Y hay más, hace dos días con una sonrisa súper feliz me dice:
- Tenemos que brindar, hice tres carreras.
¿Tres carreras? - Le pregunté, sorprendido.
- Si, salí a caminar y alterné tres tramos corriendo. Me sentí genial, sin dolor de rodillas (se refería a una rodilla que según los médicos tiene un poco de desgaste). Me sentí muy ligera, no como otras veces que corro, pero siento que me cuesta tirar del cuerpo.
Ella no tenía ni idea de que tuvo un momento de *sintonía natural* con la Mecha, a que nos trae a cuentos.
Así querido lector o lectora, es matemática simple. Cualquiera que persevere en sumar momentos positivos (asumiendo tantos negativos como si fuesen positivos como le sea posible, para que no resten) un día inevitablemente se encontrará bajo una lluvia constante de Positivos.
Y si cualquiera puede adoptar esa actitud…
¿Coincidimos en que esa lluvia de Positivos también puede sucederle a cualquiera, incluido tú?
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