Posted by : Club SinRebote 4 mar 2022

imagen de portada para la entrada Invitando a Dios dentro de ti a entrenar en mi Blog sobre vivir la aventura de manifestar salud y vitalidad jugando deliberadamente con tu energía. Comiendo sano y equilibrado en nutrientes y ejercitando alegremente el cuerpo.

<< Viene de aquí. Piernas que Piensan por sí Mismas.


imagen decorativa del mes de  febrero 2022 en mi Blog sobre vivir la aventura de manifestar salud y vitalidad jugando deliberadamente con tu energía. Comiendo sano y equilibrado en nutrientes y ejercitando alegremente el cuerpo.

10/02/2022 Esta tarde tenia deseos de hacer ejercicios fuera de casa. La tarde estaba soleada, soplaba poco aire y ello suavizaba la sensación invernal.


En las mañanas como siempre trabajo en alguno de los blogs de mi Proyecto de Vida y por esta fecha llevaba varios días posteando para la Categoría del Reverendo Ike de Club Networking Conectivo.


Aunque no soy para nada religioso, Ike me ha atrapado con sus enseñanzas de un “Dios dentro de ti” porque es exactamente la misma enseñanza impartida por Abraham – Hicks.


Enseñanza que es la razón de ser de la “Categoría Dicha & Emociones” de este blog y pilar del Club SinRebote.


Impregnado como estaba de esa idea de “Dios dentro de ti”, mientras hacia la buena caminata desde donde vivo hasta donde está la Pista Circular se me ocurrió la idea de invitar a “Dios dentro de mi” a recorrer todo mi cuerpo.


Empecé por los dedos de la mano derecha, pues hacia algunos días los notaba algo hinchados.


Tengo práctica en esto, así que una vez hecha la invitación, me limito a saborear la sensación de esa energía moviéndose por dentro de mí cuerpo, hasta que la sentí llegar al hombro.


La invité a los dedos de la mano izquierda y nuevamente la fui disfrutando según subía hasta que la sentí llegar al hombro.


La invité a los dedos del pie derecho, la seguí hasta que llegó a la cadera y en ese punto le hice esperar hasta que la que invitaría a los dedos del pie derecho le alcanzara.


Desde la base de la espalda le invité a seguir subiendo hacia la cabeza, lo cual hizo por la columna y para cuando esa energía llegó la cabeza, también yo había llegado a la Pista Circular.


Mi plan era correr un kilómetro (cinco vueltas), decretando conexión.


Calenté y ante de arrancar, decreté: “Hey, quiero conexión y añadí dirigiéndome a Dios dentro de mí, corre conmigo”.


Apenas salí sentí que el plan original había cambiado a dos kilómetros.


Me sentía impresionante bien, hacia muy poco esfuerzo para correr, llevaba un paso bastante holgado, escuchaba la estabilidad de los signos de mi cuerpo, mi mente apenas contaba las vueltas ni estaba pendiente de lo que le faltaba para terminar cada vuelta.


Pero sobre todo notaba una excelente conexión con mí fuente. Corría en sentido contrario a las manecillas del reloj y sentía esa conexión venir desde la parte externa de la pista, es decir desde mi derecha.


Dicho así parece que esa conexión viene de un punto externo a mí, eso puede confundirte y tentarte a buscarla también fuera de ti.


Pero lo que sucede es que tantos años de seguir las enseñanzas de Abraham – Hicks, meditar y limpiar mi vibración he alcanzado ese punto en que sé que “dentro y fuera es lo mismo”.


En fin era consciente 50% o 60% de ese lado de la fuente. Y del lado de la pista lo notaba a momentos como una película proyectada, que es exactamente lo que hace la mente.


Esa influencia de la fuente o Ser Interior era lo que modelaba esa in-necesidad de mi mente de contar y la estabilidad de los signos de mi cuerpo.


Al cerrar la quinta vuelta me detuve unos segundo para beber agua y di las siguientes cinco en idénticas condiciones.


A la vista estaba que se levantaba un Súper Éxito de dos kilómetros, donde la conexión superaba el esfuerzo.


Cuando terminé la décima vuelta bebí agua nuevamente y me planteé dar una vuelta caminando de recuperación, invitando nuevamente a “Dios dentro de mí”.


Empecé desde los dedos de ambos pies, sentí la energía hormigueando en la planta de los pies y en todos los huesitos de ambos pies y saboreé el alivio que me entregaba.


Cuando intuitivamente sentí que era suficiente, ascendió a ambos tobillos, paso a los calcañales y se quedó hasta que esa sensación de alivio-relajación se equiparó a la de los pies.


Ascendió por ambos hueso (tibia y peroné) de cada una de las piernas, luego pasó a la masa muscular y cuando ese hormigueo llegó a la cabeza de ambos huesos, le dejé a su aire.


Pasó a la almohadillo que separa y lubrica los dos huesos que convergen en la rodilla y nuevamente le dejé que se tomara su tiempo, pues opino que las rodillas soportan mucha presión. Las horas que estas de pie, cuando caminas y añádele un extra al correr.


Subió suavemente por el interior de ambos huesos de cada muslo, luego se extendió hasta los músculos y cuando alcancé a sentir ese fresquito de la energía en el apoyo de ambos fémur y caderas, le retuve unos instantes con mi atención, pues intuitivamente presentía que ese es otro punto que soporta mucha presión (no en balde se da el desgate de cadera en personas de edad)


Ascendió por las primera vertebras de la base de la columna, sentí como hizo una peque pausa y se extendió hacia la cavidad abdominal, seguido siguió ascendiendo por la columna hasta la altura de la cavidad torácica e hizo otra peque pausa para entrar a la cavidad y siguió su camino ascendente hasta la base del cuello.


Entonces la dirigía hacia la punta de los dedos de ambas manos y desde ahí fue subiendo por todos los huesitos que forma la mano, en este punto le hice trabajar ligeramente sobre esa hinchazón de los dedos de la mano derecha y pasó a los huesos que forma la muñeca


Ascendió suavemente por ambos huesos de los antebrazos hasta los codos, se extendió hacia los músculos y tendones del antebrazo.


Al igual que con las rodillas, con mi atención diligentemente le invité a trabajar sobre la unión y cabeza de los dos huesos que forman cada codo.


Ascendió suavemente por los huesos de ambos brazos hasta que la sentí aliviar la zona interna de ambas clavículas y luego ocupó la parte superior de ambos hombros.


Ascendió por la parte interna del cuello, la sentí en las mandíbulas, luego el cielo de la boca, ambas cavidades oculares y finalmente el cuero cabelludo.


Lo que había planeado para una vuelta caminando, se extendió hasta ocho vueltas caminando.


Fue una experiencia y cierre de tarde maravillosa, que no había conseguido en todos los años que hace que medito (normalmente la mente muy pronto interrumpiría con su cháchara natural).


Experiencias relajante parecidas usualmente se me dan mejor tomando paseos en lugares naturales como esta zona de Tenerife al lado del mar en que vivo, que meditando.


La ubicación al lado del mar de la Pista Circular y las 8 vueltas caminando fue como dar un paseo e invitar a “Dios dentro de mí” fue un regalo.


28/02/2022 La tarde del 28 de febrero 2022 el clima invernal y ventoso daba cierta tregua y salí a correr un kilómetro (5 vueltas a la Pista Circular).


Una vez en la pista, calenté y antes de arrancar decreté que quería “conexión”.


Di las cinco vueltas sintiéndome bastante bien, pero ni remotamente que ver con la experiencia de narrada del día 10.



¿En qué otra situación tú podrías sacar partido de un paseo - invitación?


imagen decorativa de una escena de Forjado a Fuego en mi Blog sobre vivir la aventura de manifestar salud y vitalidad jugando deliberadamente con tu energía. Comiendo sano y equilibrado en nutrientes y ejercitando alegremente el cuerpo.

Por estos día veía “Forjado a Fuego” en DMAX, una serie que trata de cuatro concursantes que compiten por un cheque de 10 000 dólares, forjando armas que luego se someterá a varias pruebas brutales.


Un hombre de cuarenta y tantos, mientras martillaba el hierro sobre un yunque comenzó a sentir un intenso dolor en su antebrazo derecho, una tendinitis de antebrazo.


Él no quería abandonar, así que le aplicaron una tira para comprimir los tendones, pero el dolor apenas le permitía usar el brazo el cual intentaba mantener apretado contra el cuerpo, y dijo:


“Estoy hecho polvo por los años que llevo golpeando hierro con martillos grandes y pequeños”


Tú no permitas que ninguna dolencia de obligue a llevar una vida limitada de “estoy hecho polvo”.


Invita a “Dios dentro de ti” y verás cómo tu dolencia será revertida…


Pero invita a “Dios dentro de ti”.


No invites a dios en el cielo, porque allí arriba no hay nadie para escucharte.


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