¿Buscas respuestas a eso de… cómo bajo de peso naturalmente?
Probablemente ya sabes mucho sobre cómo bajar de peso y cabe también que hayas intentado conseguirlo rápido, conseguirlo en tres días, conseguirlo en una semana, conseguirlo en un mes, conseguirlo andando, conseguirlo corriendo, conseguirlo en casa, conseguirlo con dietas, conseguirlo sin dietas.
¡Quieres a toda costa resultados visibles y duraderos! ¿Voy bien encaminado?
Pero la realidad es que no escapas ni a ese tambaleo de… “bajo por un tiempo pero vuelvo a subir”. Ni al fastidio de que pese a las decenas de consejos que has seguido la báscula sigue diciendo… “Oye, has ganado kilos”.
Hay algo que se te escapa y te ayudaré a descubrirlo.
Más no te lo diré directamente, siempre aprendes más, cuando tú eres quien lo descubre.
Lee estas palabras de Neville Goddard (o escucha la versión audio debajo). Luego vuélvete hacia esas conversaciones internas o pensamientos que usualmente tienes sobre bajar de peso y obsérvate acríticamente…
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Neville para Leer.
Olvidamos lo que hacemos. Una dama que está aquí esta noche lo ha olvidado.
Hace dos o tres meses me dijo: - “Mira cuan gorda me estoy poniendo, estallo debajo de mi ropa”-
Le dije: - “No eres justa en absoluto”.
Entonces me dijo: - “Quiero estar delgada”.
Le dije: “Tu eres delgada, eres tan delgada como quieras ser o aún más”. Y ella se fue.
Ella regresó esta noche y dilo: - “¡Mira, no puedo creerlo… Que delgada estoy¡”
Y dije: - ¿Recuerdas que dos o tres meses atrás me dijiste… mira lo gorda que estoy?… Yo no lo veía así, pero para ti era estar gordo y te despreciabas por la gordura?”
Y estas son las palabras de Blake:
¡Oh! ¿Qué he dicho? ¿Qué he hecho?
¡Oh! Palabras humanas todopoderosas.
Palabras humanas todopoderosas, si porque el hombre es Dios.
La palabra de Dios no puede retornar a Él vacía.
Tú tienes que lograr aquello para lo que se le ha enviado.
Realmente debe cumplir su propósito.
Bueno, Dios es el hombre y el hombre en sus momentos de ocio hace todo tipo de declaraciones, entonces las recoge y no reconoce su propia cosecha.
Así que ella regresa y está delgada. Sí, obviamente no es muy delgada para ser una pequeña dama, es una gran pérdida de peso.
Pero ella misma lo puso, yo diría en el ritmo que provocó esa pérdida de peso.
Tú puedes hacerlo con cualquier cosa en este mundo.
Así que esto es lo que quiero decir con la verdad más profunda y, sin embargo, la aplicación más práctica de la misma.
No pienses ni por un momento aunque seas inocente de lo que estás diciendo que es una palabra ociosa, porque eres Dios y las palabras de Dios no pueden volver a Él vacías.
Ellas deben lograr lo que se propuso y prosperar en aquello para lo que Él la envió.
De modo que, aunque tú ignores la Ley, eres el poder operante, operando esa Ley de la cual tú podrías ser totalmente inconsciente, pero no hay excusa, todavía seguirás cosechando resultados. Como mi amiga cosechó los resultados de pérdida de peso, que no se podía permitir.
Neville para Escuchar.
Acabo de recordar esta anécdota personal que refleja esa relación “poder operante, operando la Ley”.
En cierta ocasión estaba dando un paseo cuando caí en la cuenta que cada año al llegar el invierno contraía un proceso viral que empezaba con malestar en la espalda, específicamente a lo largo de la columna vertebral, luego se extendía a todo el cuerpo, la fiebre le seguía, luego expectoraciones verdes, ronquera, agua por la nariz.
Aún vivía en Cuba cuando mis hijos eran pequeños y enfermaban con esos procesos virales, se los llevaba al esposo de una prima. Un médico pediatra - cirujano de mucho prestigio en el Hospital Infantil de Santa Clara y siempre, siempre, siempre me daba este mismo dictamen.
- “Eso es un proceso viral que tardará entre siete y diez días en evolucionar. Todo lo que tienes que hacer es darles mucho líquido a los niños y velar que la fiebre no les suba mucho. Nada de antibióticos, pues no le hacen nada a los virus, van a esconder ese proceso viral que luego reaparecerá haciéndolo más largo.”
Esa experiencia reforzaba mi carácter anti-medicinas/anti-médicos y campeaba esos períodos gripales de invierno hasta que se iban solos.
Mientras tomaba ese paseo caí en la cuenta de que, esa era la única época del año en que me enfermaba y que a todas luces se trataba de un patrón grabado en mi mente subconsciente.
Sería entre agosto y septiembre y pensé: - “Bien, queda poco para el invierno, voy a romper esa programación y decreté… este año nada de fiebre”
Llegó el invierno y fue justo como decreté. NI PIZCA de FIEBRE. Todo lo demás… malestar en la espalda, luego en el cuerpo, la fiebre le seguía, expectoraciones verdes, ronquera y agua por la nariz, se presentó como siempre.
Me partía de la risa, mientras vivía esos nuevos resultados. Había tenido éxito en lo que decreté. Tan solo había que reformular la orden y decreté: “Este invierno totalmente saludable”.
Han pasado seis o siete años desde entonces y paso cada invierno totalmente saludable, como mucho solo aparece un poco de agua por la nariz, con algún que otro estornudo.
¿Y si haces pesas con tu Energía? ..👀.. Parte 2 y Final. Continúa aquí >>
